Al incrementar la comunicación con nuestra pareja lograremos superar las inseguridades en el ámbito sexual.
En las relaciones sexuales influyen muchos factores, aunque los más importantes son los psicológicos, físicos, mentales y sociales. En los aspectos psicológicos lo que resalta en importancia es la ansiedad, que se manifiesta según los expertos en sudoración excesiva, taquicardia, desconcentración, pérdida de la erección y otras señales.
Queremos mostrarles las posibles razones de la ansiedad y cómo lidiar con ella.
Las principales dificultades que puede causar la ansiedad en las relaciones sexuales residen en el daño que puede sufrir la pareja, pues crea sentimientos negativos durante la misma relación, y también después de esta.
«Tal situación podría generar fracaso para uno, o ambos, y se expresará con tristeza, miedo o enojo. Esta situación dificulta el desarrollo de la relación sexual que deja de ser satisfactoria, y siembra desavenencias en la pareja«, dicen los especialistas.
Asimismo, afirman que hay muchos cánones y mitos relacionados con la belleza del cuerpo, que podrían perturbar en forma importante la sexualidad y, concretamente, la satisfacción sexual.
Para sexólogos y psicólogos, los patrones de belleza definen supuestos en la estética del cuerpo, que anulan a las personas que no posean las proporciones, formas y colores que muestran los medios masivos como aprobados o correctos.
“La realidad de cada uno es su propia perfección. Esos modelos irreales forjados por la sociedad de consumo van perturbando a las personas”, a la vez que estas invenciones producen dudas en muchas personas.
La incertidumbre sobre su propia personalidad y la falta de autoestima, son dos causas frecuentes que potencian derechamente la ansiedad de una persona en relación a su sexualidad.
“Estos fenómenos psicológicos pueden causar que personas piensen que su órgano sexual, en especial en los varones, el tamaño y la forma no concuerde con los tipos. Lo mismo puede pasar con las mujeres en relación a la forma y dimensión de su cuerpo”.
Estudiosos de la sexualidad nos señalan que la pornografía está provocando una distorsión directa mostrando esquemas no reales en las relaciones sexuales.
Nos han tratado de enseñar que la pornografía es educación sexual. La verdad es que lo mostrado en forma sexualmente explícita es la sapiencia ficticia del sexo. Si bien puede ser que me excite la película, y/o el actor o actriz porno del filme, o las mismas escenas eróticas que están actuando; no es necesario que lo que se ve en esas escenas debamos imitarlas en nuestros encuentros eróticos. La verdad que mucho de lo que nos muestran estas películas son abiertamente antieróticas, por no decir burdas.
Para lidiar con inseguridades respecto nuestro propio físico, es importante resaltar las partes y características físicas que nosotros vemos como atractivas.
“Considerando a los hombres, la inseguridad resalta con respecto a su pene. Se puede potenciar y sacar provecho tanto a un pene largo o corto; tanto a uno grueso o delgado. El punto es aprender las posiciones y técnicas apropiadas, que podríamos aprender de un experto.
Otras razones para la angustia y que son de carácter fisiológico, son la eyaculación precoz (cuando un hombre tiene una eyaculación muy rápida, antes de lo deseado), la disfunción eréctil (no se mantiene una erección firme) y la anorgasmia (la mujer no puede llegar al orgasmo).
Puede estar presente el poco apetito sexual, que puede ser experimentado por ambos sexos, y la masturbación como adicción en los hombres y en las mujeres (donde confluyen aspectos físicos y psicológicos). Para tratar estas razones de la vacilación en las relaciones íntimas se recomienda consultar con especialistas.
Para tratar síntomas físicos, es recomendable consultar con profesionales expertos.
Existen razones como desórdenes hormonales, falta de vitaminas y otros problemas que pueden solucionar los ginecólogos (en el caso de las mujeres), y los urólogos (en el caso de los hombres)”.
Las patologías médicas pueden provocar efectos en la psique de las personas, por lo tanto, es importante identificar esas incertidumbres que generan los problemas en el ámbito sexual para compensarlas a través de la terapia sexual.
“Para aportar a través de terapias apropiadas están los sexólogos. Ellos pueden corregir la inseguridad y la baja autoestima, que normalmente generan problemas de salud”.
Básicamente es relevante conversar con la pareja, si la tiene, acerca de potenciales daños psicológicos que puede tener el individuo: “Habitualmente falla la comunicación en estas ocasiones, pues no se quiere hablar de estos temas con la pareja, y empieza a generarse un alejamiento y un menosprecio por la otra persona”.
Hay que fortalecer y desarrollar la empatía en la pareja, y siempre estar conectado con el otro durante las relaciones sexuales: La máxima expresión del amor son las relaciones sexuales y por eso deben ser empáticas, pensando y conectando con el otro.
Finalizando: la ansiedad en las relaciones sexuales, y en casi todo, se ha elevado considerablemente en esta época de pandemia: «Todo está alterado. Las alteraciones económicas y sociales que la pandemia trajo, produjeron una elevación de la ansiedad. Esto provocó que muchas parejas desarrollaran disfunciones sexuales y conductas sexuales adictivas, que han afectado la salud mental, física y sexual de las personas».
Se pueden tratar y sanar.